Ashram
Desde el Enlace
En primer lugar, y esto es muy importante, diremos que cada enseñanza y mensaje que les enviamos, obedece al ciclo kármico planetario que viven humanamente. Esta es una energía creada por ustedes netamente. Muchos ciclos se repiten y por tal motivo, muchos de nuestros mensajes son reenviados y actualizados, en cuanto a que los humanos tienen la tendencia de echar pie atrás y apegarse en la no aceptación de cambios profundos, y por tanto, repiten una y otra vez las mismas formas de experimentarse a si mismos. Siempre los mensajes y enseñanzas estarán en directa relación con vuestras circunstancias de comportamiento interno.
Importancia de la paz interior.
Las decisiones que toma cada ser humano deben ser inspiradas en la más alta calidad de amor que pueda manifestar y percibir desde el Alma, y dentro de la atmósfera de la paz interior que debe generarse para tener consciencia del Espacio Interior. Déjenme decirles ahora, que desde la paz interior, los prejuicios, los temores, las angustias o remordimientos, empiezan a perder el valor y el sentido de su existencia. Una persona que ha encontrado un cierto grado de paz interior, no necesita ya ni de remordimientos ni de angustias y los temores se van disipando. La paz interior se encuentra en otra zona más profunda de la vida, en una zona en donde la persona tiene una clara conciencia de su valor como ser humano de origen divino, mientras que todas aquellas experiencias aprendidas, son transformadas en fuentes de luz para la existencia y su trascendencia.
La paz interior se alcanza cuando la persona puede profundizarse en sí misma, más allá de sus temores, de sus angustias, de sus propias experiencias acumuladas a lo largo de su vida. El contacto con esa paz interior, permite extraer una energía que normalmente permanece inalcanzable a los seres humanos y que auxilia enormemente en la limpieza de esos filtros mentales. En otras palabras, podemos afirmar que la persona tiene una más clara percepción de la verdad y elimina la distorsión provocada por sus filtros, cuando frecuentemente se refugia en esa zona interna donde la paz interior es una realidad.
El mundo de las sombras. - (ilusión)
El mundo de la Luz. - (realidades)
Las esferas de las verdades eternas. - (Presencia Divina)
Yo Soy lo que Yo Soy, el Amado Sananda Deva
Yo Soy lo que Yo Soy, Sananda de Dominio Soberano.
Yo Soy lo que Yo Soy el Eterno YHVH de mí mismo.
Yo Soy, Todo Lo Que Tu Eres.
Cuando Sananda arribo en esta Comunidad, dijo que solo habría un canal que lo manifestaba. Un canal, un grupo, un ashram. Y anunció la llegada de la Consciencia Crística, y motivo a los Ashramis a esperarla. No como amigo, ni como complemento espiritual, no como compañero de alguien, sino como Maestro.
Y Saint Germain en su aspecto de Adamus, les entrego un propósito al otorgarle un nombres como atributos ashrámicos.
Centro de Conexión del Circulo Sananda para la Iluminación Encarnada Afiliación Global de Maestros de la Nueva Energía. Comenzó así el Sendero hacia la Cristeidad.
Se formularon entonces Los Doce Poderes del Espíritu. Y los Trece Senderos del Dharma.
Estamos viviendo un momento desafiante. En realidad creo que la ola que está revolviendo nuestras entrañas es global.
La sombra salió a la superficie. Lo escondido está siendo revelado, y eso no se refiere sólo a la situación político-económico-social, sino a cada uno de nosotros.
La forma en que reaccionamos a este momento revela también nuestras sombras. Eso no es malo. Sólo podemos limpiar la suciedad que vemos.
Mientras nos ocupamos de apuntar la oscuridad allá afuera, en los demás, en la política, en aquellos que atacamos por pensar diferente de nosotros, dejamos de actuar y transformar lo que nos corresponde: Nosotros mismos.
Cada uno de nosotros tiene dones y habilidades que sirven a la totalidad. Unos tienen una mente clara y excelentes ideas, otros son ágiles en encontrar soluciones creativas. Unos saben curar, otros tienen el don de la oratoria. Unos aman estar en grupo e iniciar movimientos que se expanden, otros prefieren quedarse en el jardín cuidando de una sola semilla.
El momento requiere que cada uno de nosotros descubra su don y lo coloque al servicio del todo y de todos...
¿Hay algo que sólo tú puedas dar?
Necesitamos evitar la trampa de ser aspirados por esa ilusión colectiva que dice que nuestro destino está en manos de alguien, y no en nosotros mismos.
Mientras nos quedamos atrapados por la revuelta, reclamando, atacándonos unos a otros, alimentando esa ola que causa angustia y miedo, dejamos de hacer lo único que podría ser verdaderamente revolucionario: ¡Existir Consciente de Dios!. Dice el apóstol que a Cristo se le ha tratado de desplazar del matrimonio, de la sociedad, del planeta, pero no será desplazado de la Consciencia Interna, del alma misma. Pues esa alma profunda es la misma alma de Cristo. El y yo, tu y él, él y ustedes, estamos unidos por un solo Alito. Donde no esta Cristo, no esta Dios. Y vivir sin Dios es vivir sin vida.
Ser la luz que somos. No importa la sombra que nos rodea, estamos aquí para manifestar nuestra luz. Una sola vela encendida rompe la oscuridad. Ya hablaremos de esto mas adelante…
Resumo la enseñanza de Kwan Sin en lo siguiente: INTEGRACIÓN.
Integración CONSCIENTE: LO EXTERIOR ADENTRO Y LO INTERIOR AFUERA. “Seremos una unidad cósmica en armonía cuando recuperemos los lazos entre lo interno y lo externo”
Imaginen por un momento una esfera luminosa. Imaginen que esta esfera representa al alma, e imaginen que la luz golpea en ella en cualquier parte determinada, iluminando sólo una parte. Esa parte que está iluminada, eso sería como Sananda, o Kwan Yin, o Magdelaine, o Adamus, o Ananda Moyi… cuando vienen a hablar con nosotros en cada mensaje, o muchas veces en sus sueños, o muchas veces en su desaliento. Esa parte es Sananda…
Si se fijan un poco más, hay otra faceta, otra luz que brilla sobre este globo, y es Cristo. Cristo, con el que han viajado por muchas, muchas vidas. La energía de Cristo inicialmente los acercó a esta energía viva llamada Ashrami, al Círculo Sananda.
Y entonces, en esta esfera, si se fijan en su totalidad, ese es el Eterno YHVH, el Yo Soy, que no se puede hablar, pero que está siempre presente. Y esto es ustedes también. Este es el hermoso tú, y ahora mismo hay un aspecto que está brillando, un rayo de luz iluminando un aspecto, el nombre que ustedes utilizan en su tarjeta de identificación o que tienen en su licencia de conducción, brillando la luz allí, pero ¿sabían que hay otro nombre que ustedes tienen? Es la culminación de todas sus vidas terrenales, que es todavía otro aspecto.
Ahora, yo uso el término «aspecto» y «facetas» en forma diferente. Digo que soy una faceta. Sananda es una faceta del Eterno YHVH de mi alma. Magdalena, es una faceta también del Eterno YHVH… Pero cuando me refiero a ustedes les digo “aspecto”. Digo que esta expresión humana que son en estos momentos, esta expresión humana que está aquí para despertar e integrar todas las experiencias anteriores de sus vidas; ese aspecto humano – lo llamo un aspecto, porque y hasta que esté integrado dentro de la totalidad, en el alma, no es más que un aspecto. Una vez integrado, es una faceta desde una Totalidad Ascendida.
Entonces, ¿cómo puede uno pasar de ser un aspecto al reconocerse como sus facetas, las expresiones de su alma? Hablamos de ello en una reunión – la compasión. La psicología Compasiva. El amor de sí mismo. El amor hacia sí mismo.
Ustedes pueden estudiar. Pueden trabajar duro, pero al final es sólo el amor hacia sí mismos que los llevará dentro de la Yo Soy-dad de sí mismos. No es lo que saben, cuánto dinero tienen, cuantos rituales espirituales que alguna vez hayan hecho lo que los llevará a esta totalidad. Es simplemente la aceptación, la compasión y el amor de sí mismos que otorga paz interior. Punto. Nada más necesita ser estudiado. Nada mas necesita ser alcanzado. Nada necesita ser comprado o intercambiado. Simplemente el amor a sí mismos, pero quizá también lo más difícil que jamás puedan hacer.
La Paz interior como Recipiente del Alma
El alma es como esta hermosa esfera de Luz. El alma viene del silencio divinal – inicialmente del vacío. Y como proviene del vacío es un recipiente. Es un recipiente deseando acogerse a sí mismo, a la espera de realizar todos los potenciales – los potenciales son como las burbujas que están moviéndose en este globo. El alma, un recipiente vacío, simplemente desea conocerse a sí misma, así que crea esta energía de consciencia llamada aspectos que con el tiempo se convierten en facetas. Y los aspectos, a través de sus experiencias, comienzan a llenar el recipiente vacío con la experiencia y el conocimiento, la sabiduría y el amor.
Dentro del recipiente vacío cuando inicia por primera vez, se llena de potencialidades, pero los potenciales aún no se han realizado o experimentado. Los potenciales del alma necesitan paz interior para desplegarse. Así que es como un vacío, y el anhelo del alma es llenarse a sí misma con sus potencialidades y sus experiencias, conocer el Yo Soy de sí misma. Y no puede hacerlo a través del Espíritu. No puede hacerlo a través de otro ser. Sólo puede hacerlo a través de la experiencia de sus potenciales consigo misma.
Y cuando este recipiente se llena, cuándo ha sentido dentro de sus potenciales y experimentado mucho de lo que ha elegido experimentar, y aún siente en aquellos que nunca experimentó en la realidad física, llega a ser completa, pura, cristalina y plena.
Ese es el Yo Soy.
Y dentro de ese estado de Yo Soy, este recipiente, esta alma, se conoce a sí misma más allá del conocimiento, sin dudar, sin nunca cuestionar. Conoce todo de sus facetas, todos sus ángulos, y ustedes preguntan, “¿Continúa experimentando?” Sí, sí, pero no como una experiencia humana. Continúa experimentando su amor por sí misma, y eso es todo lo que necesita, todo lo que anhela, todo lo que quiere.
Cuando el recipiente esté lleno, completo, continúa iluminando amor de ella misma en cada aliento, en cada momento, sin condiciones, sin dudas, desde luego, sin vergüenza. Continúa en amor de ella misma, porque es la cosa más grande de todo el universo.
El Yo Soy lo que Yo Soy en amor de mí mismo cada día.
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